Animo estático
Cuando se reposa, bien sea en un momento de ocio melancólico o cuando se tiene la suerte de encontrar a una persona que se interesa por uno y tiene la profunda curiosidad de conocer los entresijos del alma, fluye en la mente como en una película, el palpitar de la vida que es como el crepitar de un fuego, distinto según la madera que pones1
En el caso de Remi, en la parte que corresponde a la infancia, lo que se le venía a la mente eran los momentos de salir al campo con los amigos del barrio para realizar aventuras de Ivanhoe ,con espadas de manera y delantal como capa, de capitanes o escenarios de selvas boscosas…..2 Era un mundo aparte de la familia y el colegio, en el que se expandía la vitalidad guardada en forma de vida interior, protegida como un jardín lo estaría de los perros, por la valla del disimulo y la formalidad. En el mundo “oficial” se encontraba sordo y mudo, ejerciendo de autómata como hijo, alumno o ser para evitar las habladurías de cualquiera.
En el colegio recordaba haberse sentido bien con la amistad de algunos compañeros, Nuño, Elizalde, Astún….3 , que se prestaban a hablar con él en en vez de limitarse a compartir la vida deportiva o la banal ocupación de bromear chuscamente. Esta mina de oro verbal que representaban las charlas con sus amigos consistía en:
-Imaginar mundos futuros, lo que les gustaría ser, lo que les gustaría hacer, lo que pasará, o bien relamerse por anticipado, salivando antes del festín: imaginar sucesos tales como si Elizalde se cayera de la silla con la que acostumbraba a columpiarse hacia atrás o qué pasaría si pusieran pegamento al profesor que anotaba las faltas de conducta en la libreta negra y no pudiera abrirla.
-Comentar las minucias de la vida, lo que entraba o no entraba o ojalá no entrase o no debería entrar en los exámenes, los cotilleos y problemas diarios. 4
-Cosas de la vida, lo que está bien o mal, cómo funciona el mundo, el amor y sobre todo el sexo.
Fue más alegre la época juvenil, con la autonomía y la libertad de acción adquiridas. Salir con amigos, tomar cervezas, cubatas en la discoteca, jugar partidas de billar, lances amorosos, salir de viaje en furgoneta a la aventura, conciertos de música, porros, partidas de póker, la montaña y la playa, y simplemente la amistad, entendida como comunión de almas, entusiasmo por cambiar el mundo a mejor estando dispuestos a acciones de sabotaje si hiciera falta.
Lo que haces te gusta porque el trabajo no te ha aplastado todavía o no ha domesticado tus energías, tu curiosidad o afán de experimentar, a veces con drogas, sí, pero en otras ocasiones, cosas nuevas para ver quién eres y qué prefieres5.
El trabajo de Remi, por lo general en la construcción, le parecía en ese momento de corte trasversal como un pasar el tiempo de una forma dura y gris. Seguramente también había días buenos que no recordaba entre el “chisporroteo de ramas” del viento del trascurrir.
Sí que era consciente de la sensación de tener dinero, comprarse un coche,6 ropa, ir a restaurantes, viajes, especialmente uno a Praga en el que conoció bíblicamente es decir, tuvo un ligue, un rollo…. con una camarera guapísima, la máxima belleza bien se merece un recuerdo7. Remi debería sentirse feliz de ser competente como alicatador y como oficial de primera, pero ese orgullo no acababa de transformarse en una alegría, a lo sumo en una chulería.
Puede ser que cuando tengas dinero te acostumbres, te adaptes y no le des más importancia. Incluso te parezca que te pagan poco o no puedas comprar todo lo que quisieras, una moto nueva, un piso, ropa de lujo..8.
En cambio, cuando pierdas el trabajo y se te acabe el dinero echarás de menos el confort que tenías. Hace falta perder todo para valorar algo.
Sí que recordaba haber vivido intensamente el amor y el sexo con algunas parejas que había tenido a lo largo de la vida. Alegrías ya consumadas, pero que dejaban huellas en la playa de la memoria. Se acordaba de su primer amor, de las ganas que tenían de verse, del entusiasmo con el que se adoraban. Nunca nadie más le había querido de esa forma tan incondicional y absoluta.
El recuerdo de los primeros tiempos de la pareja, cuando no tenían nada, colchón en el suelo, cocina modesta con mucho puré de patata con salchichas, los amigos que venían hasta las tantas.. Luego, cuando las cosas empezaron a ir bien, sin saber cómo, todo se apagó como si el bienestar les amuermase, les atontase y les anestesiase con una agradable modorra.
Alguna que otra relación sexual venía también a su mente, de la época que correspondía a cuando se separaron y tenía muchas aventuras o de los primeros tiempos en que volvió a emparejarse.
Recordaba algunas chuletadas que habían organizado con amigos, vino, risas y conversaciones hasta la madrugada sobre el funcionamiento del mundo y ver el tablero de ajedrez de la vida social iluminado al completo.
Cuando los niños eran pequeños le dieron mucha vitalidad y jolgorio y pasaron en un suspiro años absorbentes pero intensos al menos, hasta que tuvieron 9 o 10 años. Luego todo se fue al traste con el divorcio.
Aunque la duración de ese periodo de los niños pequeños fue gigantesca y debiera ser con mucho la época más feliz de su vida, quizá por haber sido intenso parecía había durado una tarde. El tiempo se había como comprimido o evaporado.
Sólo había un instante que representaba su alegría de vivir, tal como una foto representa a una persona. Era un día de primavera, Remi tendría unos 18 años. Con desparpajo y naturalidad se había tendido en la hierba boca arriba mirando el cielo.
Tuvo una vislumbración acompañada de inmenso bienestar, sintiendo, porque sí, que tenía confianza, esperanza y daba por hecho adelantado que iba a gozar mucho en la vida próxima que se le asemejaba semi-eterna. Disfrutó en un segundo con fruición todo el enorme goce que se prometía.
La sensación o momento cumbre le hizo sentir tan bien. que a partir de entonces, se convirtió en un contundente símbolo de la vida feliz, haciendo nada.9
COMENTARIOS
#momento_cumbre #juventud #exito #laboral
Saga de Remi: Representante de una parte variable de los presentes. Lo que le pasa a Remi ha sucedido a varios, por lo que pueden rememorar lo sufrido a lo largo de la vida, cosas positivas y desgracias. Las vicisitudes se convierten, por así decirlo, en una vida que se permite narrar, decir, comentar, vislumbrar en su desarrollo, con un lenguaje que la apresa y la desvela.
La exposición de la parte más interesante de la vida de Remi en la que había una inclusión en el mundo laboral y social, en parte exitosa, en parte calamitosa, derivará en desgracia. Lo que uno fue y en lo que se ha convertido y lo que te reconcilia con lo que fuiste. En la dramatización de la historia los oyentes comparten sus momentos álgidos y ello los eleva en cierto modo a un nivel en el que se aceptan mutuamente en vez de discurrir como piedras caídas en el camino.
La enfermedad mental ha destruido la vida laboral y personal en buena medida, dejando a las personas a la deriva. Conforme pasa el tiempo la parte ‘sana’ o interesante de sus vidas se convierte en un ensueño de ángel caído y el presente es imposible vivirlo con resignación. En esta narración que trae los momentos ‘cumbre’ del protagonista se toma conciencia de lo que se ha perdido y replantea lo que puede salvarse del derrumbe, reconducir o crear de nuevo. Tal vez otras promesas, otro momento feliz.
NOTAS TÉCNICAS
1 Digresión con finalidad de alargar el suspense, de crear una sensación mediante el desvío de humor en la seriedad del relato simulando la dificultad de realizar una historia lineal sin cierta ‘fuga de ideas’. Sugerencia: se puede comentar diferencias y similitudes con un fuego de madera seca, húmeda, con ramitas, cartones, hojas, fuegos de tipo fogata o rescoldos..
2 En este momento se pide a los presentes que quieran colaborar que aporten juegos con los que disfrutaban en su infancia para hacer el cuento más participativo y que se implique el oyente en lo narrado sugiriendo que podría ser de ellos mismos de quien se esté hablando.
3 Pedimos nombres de amigos de la infancia
4 Pueden elegir mencionar cotilleos cotidianos de los oyentes, introduciendo así elementos de ‘cómo conversar’ del aquí y ahora, de la filosofía de la vida, del mundo desiderativo o hipotético.
5 Ironiza el narrador, con acusado cambio de tono de voz para marcar que esta “bromeando” o “quedándose con el personal”
6 Parcipan los oyentes con cosas que se llegaron a comprar cuando tenían dinero para reforzar la identificación con la historia.
7 Marcando ironía
8 Participación con “lo que quisieras”
9 Al final se le piden a los presentes que compartan un “momento cumbre” de sus vidas.