Rutina coraza

Rutina coraza

Cuando llegó la crisis de la construcción, muchos pequeños negocios que vivían al socaire del ladrillo se arruinaron por falta de pedidos y clientes, entre ellos la consolidada empresa de revestimientos Nerva. Roberto, el contable, se fue a la calle con el resto de compañeros.

Roberto padeció la debacle, el horror del desempleo, la pérdida de la mujer en cuanto sobrevinieron las angustias y la acritud producida por la escasez y la frustración.1

Luchó para mantenerse a flote de la tormenta mediante la balsa de la rutina, siempre mejor que otros compañeros que se dieron al juego, a la bebida o cayeron en profunda depresión.

Se levantaba puntualmente a las siete como siempre, pero se dirigía a continuación al bar para desayunar un café con leche y una tostada que estaban de oferta y leer el periódico, la sección económica, la de sucesos y los anuncios de ofertas de trabajo.

A las 8:28-8:30 daba un vuelta, procurando realizar el mismo recorrido: pasar por delante de la cafetería Ben-Hur, quizá con la secreta esperanza de que un día su ex viniera a tomar un café como hacían a veces cuando estaban juntos. Pasaba delante de Revestimientos Marín, que milagrosamente seguía funcionando, recogiendo los restos náufragos de comercios liquidados, así podía estar al día e intentar averiguar el por qué ese negocio sí funcionaba, descansar un rato en la plaza de la palmera en la que le gustaba sacar una libreta y poner palotes en los tres conceptos contables que había establecido, gente afanosa, gente ociosa y amas de casa

A las doce se levantaba diligente para confeccionar el menú del mediodía:

 

Lunes

Martes

Miérco.

Jueves

Viernes

Sábado

Domingo

1

Lentejas

Arroz

Pasta*

Lechuga

Garbanzos

Sopa

Crema

2

Pollo

Lomo

Pollo

Lomo

Pollo

Lomo

Salchichas

A las 14 Siesta y luego televisión. A las 18h Una vuelta para ver a los niños de la plaza, que le daban sensación de vitalidad, interpósita persona.. A las 19h Compra del día. A las 20h Retiro y cena frugal (sándwiches de jamón de York y una manzana). El Domingo lavaba la ropa.

Esta rutina era como una especie de jardín zen, una liturgia religiosa, un pausado reloj cósmico y la cadencia de una música hipnótica que con sus rezos de muecín pacificara su alma.2

Un día Roberto recibió una carta del INAEM ofreciéndole un curso de gestión laboral por las mañanas de 7:30 a 11:30 y le aconsejaron que lo hiciera para abrirse nuevos horizontes de empleo.

En el curso, por alguna razón misteriosa que escapa a la capacidad deductiva de un sencillo contable, Silvia decidió coger la costumbre de sentarse a su lado, aunque siendo tan simpática, agradable y dicharachera cualquier otro lugar hubiera sido más adecuado.

No obstante, Roberto pudo entablar con ella algunas conversaciones jurídicas, si en el caso de despido improcedente la obligación de restitución implicaba el mismo puesto de trabajo o no, el mismo sueldo anterior u otro distinto fuera mejor o peor y así sucesivamente.

Un miércoles, cuando volvía a casa, el camino se había vuelto totalmente azaroso e imprevisible por culpa del caos del curso, vio a Silvia llorando en un banco. No sabía si pretextar discreción para salir huyendo o acercarse por educación a consolarla. Le palpitaba el corazón no sabía por qué. Decidió interesarse por su estado y ella le estuvo haciendo confidencias a propósito de la separación reciente que había tenido llena de escenas desagradables y reproches.,

A raíz de romper el hielo de lo puramente profesional, Roberto se fue enterando de que Silvia era vegetariana, le gustaban mucho las excursiones para ver naturaleza salvaje y se deleitaba acudiendo a toda calase de conferencias.

La influencia de esta inicial amistad se manifestó en los nuevos desayunos de Roberto que contenían medio tomate o medio pepino, según fuera día par o impar, un kiwi o media naranja, medio vaso de leche desnatada y 3 nueces.

También los menús sufrieron una misteriosa trasformación:3

 

Lunes

Martes

Miérco.

Jueves

Viernes

Sábado

Domingo

1

Judías
verdes

Brócoli

Judías
verdes

Brócoli

Lentejas

Kale

Ensalada

2

Sardinas

Sardinas

Atún

Atún

Atún

Salmón

Salmón

Cada vez más asiduamente, Silvia arrastraba a Roberto con su grupo de amigos a los senderos de los bosques.

Roberto un día le dijo, en broma:4

-¿Qué querrá decir que salgamos todos los días juntos?

-¡Ya era hora de que te lo preguntaras!” –le contesto ella con júbilo.

A partir de aquí la cáscara de rutina que protegía a Roberto se rompió hecha añicos, pero por suerte el corazón volvió a latir de nuevo con normalidad.


COMENTARIOS

#sagaRoberto #novedad #rigidez

En esta breve narración se hace propaganda acerca de nuevas actividades como una forma de aumentar la probabilidad de cambios personales. Las rutinas son tranquilizadoras pero nos pueden estancar en su cerrazón a las novedades y a la exploración.

El humor, es un elemento importante para tomar conciencia sin angustia de cosas que hacemos, por ejemplo caer en la rutina. Para ello exageramos la puntillosidad de los horarios, la inflexibilidad de las actividades del día, desvelamos el empobrecimiento personal que la rigidez crea, sobre todo cuando lo comparamos con lo que sucede cuando se introduce una novedad y la cascada de cambios que induce, apertura comunicativa, cambio de menús y aficiones naturalistas.

Se crea una situación absurda que nos ayuda a dibujar los trazos de una dificultad emocional: Roberto no ha captado que las atenciones vivarachas de Silvia significaran deseo de proximidad perdiendo el tiempo en respetuosas veleidades. Por suerte Silvia contesta a resquicio abierto por Roberto con su observación sobre la frecuencia con la que salen con contundencia, proporcional al tiempo que ha tardado en manifestarse Roberto. ¿Captarán los oyentes el sentido de lo que se dice si está dicho mediante bromas e ironías?.


NOTAS TÉCNICAS

1Hacemos una ronda de ampliación de la temática del desempleo (quienes están sin trabajo, cómo les afectaron los despidos, como organizan su vida, cuál es el tipo de problemas que tiene su sector profesional..)

2¿Alguien de los presentes tiene una rutina similar o diferente en algún aspecto?

3 Escribir en la pizarra las dos clases de menús, compararlos y ver cuál preferimos o cómo las combinaríamos.

4Fragmento para representar por el narrador haciendo los dos papeles, poniendo entonaciones y gestos distintos.

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